Hay espacios que uno elige sin pensarlo.
Coraje es ese lugar. El que sabés que va a estar ahí para un brindis espontáneo, una charla pendiente o una noche que se alarga sin planearlo. Un restaurante que no solo invita a entrar, sino a volver.
En el corazón de Laferrer, tres socios decidieron apostar por un sueño: abrir un restaurante que se convirtiera en el punto de encuentro. Ese lugar donde se celebran momentos grandes y pequeños, donde cada mesa guarda historias y cada rincón invita a quedarse un rato más.
Desde Interiores Maluk acompañamos el proyecto desde sus primeras ideas. Los emprendedores llegaron con un nombre fuerte —Coraje— y una visión clara: querían que este espacio inspire a otros a animarse, a emprender, a crear.
Tradujimos esa energía en una propuesta de diseño que equilibra calidez, intimidad y carácter. Pensamos una distribución que fomenta la conexión, rincones para conversar sin apuro, y una barra que articula el espacio como corazón del movimiento.
La materialidad habla en voz baja pero firme: texturas envolventes, iluminación que acompaña y una estética cuidada que no busca impresionar, sino abrazar.
Coraje no es solo un restaurante: es una declaración. Un lugar que celebra a quienes se animan, a quienes creen, a quienes sueñan en voz alta.
Y como todo lo que nace con convicción, se siente apenas entrás.